El café, una bebida emblemática de la cultura global, es más apreciado si es elaborado a partir del grano arábica. La investigación genética reveló que esta especie es más antigua que la propia humanidad y se originó en los bosques de Etiopía hace entre 610.000 y un millón de años a partir de una cruza natural entre otras dos especies de café. El genoma de esta especie ha sido secuenciado y se descubrió una región clave que puede ser utilizada para mejorar su resistencia a las enfermedades.
A lo largo de los siglos, el arábica ha sido cultivado y se ha extendido por todo el mundo, estrechamente vinculado a la historia de la humanidad. Sin embargo, su baja diversidad genética y susceptibilidad a enfermedades lo hacen un cultivo limitado en ciertas condiciones climáticas favorables. La investigación permitirá el desarrollo de nuevas variedades de café más resistentes y con diferentes sabores.
El café arábica se originó como una hibridación natural entre Coffea canephora y Coffea eugenioides, siendo la primera utilizada en el café instantáneo y la segunda considerada de mayor calidad. El estudio también reveló que una muestra del siglo XVIII almacenada en Londres, utilizada por Carl Linnaeus para nombrar la especie, no estaba relacionada con las variedades actuales.